La noche es oscura y alberga horrores
Esa frase, repetida tantas veces en Juego de Tronos, sirve muy bien como titular para este editorial.
También es idónea para representar el futuro incierto que nos espera tras las próximas elecciones de mayo, dada la “magnífica” imagen que están dando todos nuestros políticos con sus dimes, diretes, conspiraciones, ataques, defensas absurdas, comentarios fuera de lugar, suicidios políticos, exageraciones, blanqueamientos de la realidad y un largo etcétera de despropósitos que dan miedo, mucho miedo. Si este es el nivel que muestran en público, cuál será el nivel real, el que muestran en privado.
En la famosa serie citada al principio, la única manera de vencer al enemigo común ha sido la unión de distintos pueblos, de distintas formas de ver la vida, de personas muy dispares que, tras un muro, lucharon codo con codo.
Los ciudadanos no quieren ver un “Sálvame” político y local, quieren soluciones y altura de miras. Además, cuidado con bajar la guardia porque, cuando menos te lo esperas, aparece alguien que consideras pequeño e insignificante y gana la batalla con un solo golpe, como en el último episodio.