Gestionar el talento...y la formación
En la era que nos ha tocado vivir, no existen los secretos ni las fórmulas mágicas. Está todo inventado y sólo queda innovar sobre lo ya establecido o convertir lo "normal" en "original" a base de imaginación y creatividad.
Para que un proyecto, sea del tipo que sea, funcione realmente, debe contarse con un equipo en el que se ponga en valor el talento y/o la formación. Lo primero, no se puede comprar ni aprender porque viene de serie. Lo segundo, que requiere un esfuerzo que se debe reconocer sí o sí, es fundamental para poner una base sólida a cualquier labor medianamente profesional que se quiera emprender y, además, es algo demostrable, lícito, sólido...se puede poner sobre la mesa.
Todo lo que se haga sin tener en cuenta talento y/o formación, es subjetivo e injusto. Así lo perciben muchas personas, jóvenes y no tan jóvenes, que recorren curriculum vitae en mano las empresas de nuestra ciudad, también nuestra redacción, donde se producen irremediablemente largas conversaciones en ese sentido. Así lo perciben quienes ven cómo, incomprensiblemente, se coloca en puestos de responsabilidad a personas con un perfil muy alejado del que, por sentido común y justicia ética y profesional, sería requerido. Los casos aislados han pasado a ser casos recurrentes.
Esta forma de "selección natural" provoca desgana, hastío, desesperanza y, sobre todo, enfado en los ceutíes. Un enfado que, cuando llegue el momento y la oportunidad, harán visible.
Analizamos las redes sociales, las reacciones de la gente, sus inquietudes, sus deseos, sus aspiraciones, sus sentimientos y últimamente, en Ceuta, no hay mucho de positivo en todo esto. Habrá que luchar por ponerle remedio, cada uno en su ámbito, cada uno desde la capacidad que le den sus recursos, sean muchos o pocos.
Ceuta merece que todos hagamos algo por ella, porque Ceuta es nuestra, de los caballas, de los de a pie, que nadie lo olvide, que nadie pretenda comprarla ni venderla, porque no puede.