¿Trata bien Baleària a los ceutíes?
Hoy ha salido a la luz una situación vivida ayer por un pasajero con dificultades de movilidad, que fue tratado de manera muy inconveniente por el personal de Baleària, pero ya el viernes en algunas redes sociales se podían leer comentarios escritos desde el Passió per Formentera. Eran varias las protestas y denuncias de los pasajeros sobre la falta de seguridad sanitaria en el barco al no controlar el uso obligatorio de mascarillas y observar que continúa el ofrecimiento de comidas y bebidas en un lugar cerrado, como si no estuviéramos aún en una pandemia.
Además, se denunciaba que había perros siendo paseados entre los pasajeros (algo prohibido según normas ya conocidas de la propia compañía e indicadas en su web) y que el aforo estaba sobrepasado para poder cumplir mínimamente con las normas sanitarias.
Ayer, los pasajeros que pretendían cruzar el Estrecho de Algeciras a Ceuta en ese mismo barco, el Passió per Formentera, se enteraron justo en el momento de embarcar, que la compañía lo había cambiado por el Jaume I. Los usuarios que, no olvidemos, abonan religiosamente su pasaje a un precio nada barato, no han recibido información alguna sobre este cambio en el momento de recoger su tarjeta de embarque.
Una vez dentro, se produjeron varias discusiones entre pasajeros y personal de Baleària por la forma de ubicar los vehículos, unos pegados a otros, impidiendo salir de ellos a los pasajeros y dificultando enormemente la salida de los propios conductores. Prueba de ello, ha sido la denuncia que el ciudadano con movilidad reducida que citábamos al principio, ha hecho pública a través de "El Faro de Ceuta".
Además, solo una zona del barco disponía de aire acondicionado y se soportaron temperaturas muy altas. Esta situación provocaron protestas continuas de los pasajeros que denuncian haber "recibido un trato denigrante, sin información, sin atención y como si nos estuvieran haciendo un favor, en lugar de cumplir con su obligación como empresa a la que se le paga por un servicio que no ofrece como debería".
Las protestas crecieron enormemente en el momento de salir del barco una vez atracado en Ceuta y comprobar los pasajeros que les resultaba imposible acceder a sus vehículos, teniendo que permanecer de pie en la bodega y soportando temperaturas muy altas, mientras se iban desalojando los vehículos.
Todo ello, repetimos, después de haber cambiado sin avisar y sin dar ninguna explicación el barco que estos pasajeros habían contratado en su pasaje: el Passió per Formentera.
¿Es este el trato que merecen recibir personas que abonan uno de los pasajes más caros del mundo en relación a la duración del trayecto?