¿Un socialista en la Casa Blanca?
Tras el éxito cosechado en Iowa y New Hampshire, las encuestas apuntan a un posible liderazgo del Partido Demócrata por Sanders.
«Llevar la etiqueta de socialista democrático no tiene precedentes en la política estadounidense» según afirma Dan La Botz, histórico sindicalista norteamericano para referirse al candidato favorito de las primarias demócratas Bernie Sanders.
Tras muchos esfuerzos, el político de 72 años participa ahora en una carrera contrarreloj para desbancar a sus oponentes y compañeros de partido con el que se considera el proyecto gubernativo más progresista de las últimas décadas.
Sus intenciones, tal y como ha dejado entrever en intervenciones y mítines donde ha conglomerado a miles de ciudadanos, son las de ofrecer una alternativa a fenómenos como el empobrecimiento de las clases medias, garantizar el establecimiento de un sistema de salud público universal y responder al endeudamiento cuasi-vitalicio que tienen que soportar mucho de los graduados universitarios tras finalizar sus estudios.
El discurso de Sanders se asemeja en gran medida al de Podemos en su primera época, pues este ha sabido canalizar la indignación de la población norteamericana en un momento histórico:
Su voto es el voto del hastío y en él queda reflejada la frustración de movimientos contestatarios como el Occupy Wall Street.
No obstante, frente a la actitud anti-establishment de la que hace gala el veterano neoyorquino, se erigen voces críticas.
Destaca la expresidenciable Hillary Clinton, quien ha vertido sobre el candidato todo tipo de reprobaciones en diversos medios de comunicación.
Los reproches de la antigua secretaria de estado norteamericana se fundamentan principalmente en la inviabilidad de sus propuestas, afirmando en el conocido programa televisivo estadounidense The Ellen’s Show que «no puedes prometer la luna sin rendir cuentas».
No obstante, la de Clinton no es la única oposición a la que se enfrenta Sanders dentro de su propia organización, ya que sus discrepancias con «Acuerdo del Siglo» entre EEUU e Israel sobre la resolución del problema de territorialidad palestino han ocasionado cierta inquietud en el seno de la formación liberal.
Tras su reciente victoria en Nevada, al líder izquierdista sólo le queda aguardar al «supermartes» del 3 marzo, día en el que se llevarán a cabo las votaciones en la mayoría de estados de la unión y por tanto se decidirá el futuro del Partido Demócrata de cara a las elecciones de este 2020.