Esa mañana del 11 de marzo que nunca olvidaremos
193 personas fueron asesinadas, 2.000 personas resultaron heridas. El 11 de marzo de 2004, Madrid se convirtió en el escenario del terrorismo y nadie podrá olvidar jamás la jornada más desgarradora de la historia de España.
No importa si vivíamos en Madrid, en Ceuta o en Londres. Seguramente recordaremos qué estábamos haciendo cuando en los medios de comunicación empezaban a escucharse los primeros desgarros, las primeras dudas, los primeros indicios de la muerte, del terrorismo. Aunque entonces aún no se sabía, se hablaba de ETA, o de un accidente, de algunos heridos, de algunos muertos, de incertidumbre. Pero Madrid ya se había convertido en el escenario del horror. Un horror que ninguno podremos olvidar, que se marcó a fuego en quiénes éramos entonces.
Han pasado 17 años desde que aquel 11 de marzo de 2004 el mundo entero quedó conmocionado mientras aquellas vías de tren saltaban por los aires y muchas, muchísimas familias quedaron rotas. Diez explosiones entre las 7.37 y las 7.40 horas de la mañana en cuatro trenes de la red de Cercanías de Madrid.
Las primeras investigaciones hicieron sospechar de ETA. Faltaban tres días para las elecciones generales y la desgracia, el terrorismo, se convirtió en el arma arrojadiza entre el Partido Popular y el PSOE, quienes se acusaban mutuamente de ocultar información. Finalmente. la investigación policial e instrucción sumarial, a la que se sumaron tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo, concluyó que el atentado había sido perpetuado por los grupos terroristas de Al Qaeda y Grupo Islámico Combatiente Marroquí.
La jornada del 11 de marzo se señaló en el calendario por el Parlamento Europeao como el Día Europeo del Recuerdo de las Víctimas del Terrorismo. La Unión Europea incorporó a su ordenamiento jurídico interno la protección a las víctimas. Hoy, 11 de marzo, como cada año desde aquella fatídica jornada se ha rendido homenaje a las víctimas del atentado. Un acto en los jardines del Palacio Real que ha congregado a políticos de una y otra corte, comenzando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que ha estado presidido por sus Majestades los Reyes. Felipe VI ha abogado a la “responsabilidad” y a los “sólidos principios éticos y morales” de una sociedad que no olvida. Miembros del Gobierno, representantes de las altas instituciones del Estado además de representantes de las asociaciones de víctimas de España y de Europa también han participado.
La Policía Nacional; el Ejército del Aire y de Tierra; los partidos políticos, que han abogado “por un mundo sin violencia ni terrorismo, siempre con valores democráticos”; la UME; los servicios de Emergencia, que tanto se involucraron aquella mañana; asociaciones, entidades... Hoy las palabras y el recuerdo de todos son para aquellos que perdieron la vida y para las familias que quedaron destrozadas.
Yo, que era estudiante en Sevilla en aquellos años, recuerdo el miedo en la cara de una profesora cuyo hijo vivía en Madrid. Miedo. Rabia. Terror. Tristeza. Efectivamente, todos recordamos qué hacíamos esa mañana del 11 M, si nos dirigíamos a los trabajos, a los estudios, a pasear... Y cómo después de aquella mañana nunca volvimos a ser los mismos. El mundo cambió y aún hoy, 17 años después, continuamos preguntándonos por qué.