Desde el principio de nuestra andadura náutica, cuando un sueño nos empujó hacia una idea tan onírica como abstracta en la que navegábamos, valga la redundancia, en un mar de incertidumbres, a medida que la realidad náutica de Ceuta cobraba nitidez en nuestras retinas, ésta dibujaba una frase en nuestras mentes:

Hacía falta.

Desde un principio entendimos que había cierto vacío en la oferta de entretenimiento en el sector náutico, de la misma manera que entendimos que había que llevar la náutica de recreo al siglo XXI ofreciendo facilidades en la navegación a los habitantes de una ciudad que rompe cada año los registros nacionales en titulaciones de recreo/habitantes. Pero cuanta más nitidez cobraba esta realidad en nuestras retinas, y más vertiginoso se hacía nuestro crecimiento como entidad, y más se solidificaba nuestra cohesión como familia con los que llegaron como clientes y pronto se convirtieron en compañeros y amigos, más nítida se hacía a su vez esa frase que nunca dejó de resonar en nuestra mente.

Hacía falta.

Pero ¿qué hacía falta? No es ningún secreto que nuestra ciudad se encuentra azotada por unas cifras de desempleo que erosionan con virulencia a muchas familias de nuestra ciudad, como tampoco es un secreto que la situación particular de nuestra ella se enmarca en un contexto en el que hay que maximizar todas las fuentes de ingreso a las que podamos optar. A pesar del buen trabajo del ISM, las listas de espera infranqueable demostraban esa necesidad, Y es aquí donde el vacío se hacía evidente, y es aquí donde, con más urgencia, se revelaba la necesidad de implantar un centro de formación de carácter privado en nuestra ciudad que ofreciera el servicio que no podía darse hasta el momento. Como profesionales con amplio bagaje en la náutica de recreo, no queríamos eludir nuestra responsabilidad como ciudadanos. ¿Qué mayor recreo que dotar a Ceuta de un centro de formación náutica homologado para impartir titulaciones profesionales internacionales para garantizar una formación con miras hacia el mar? Su mera ausencia nos parecía ilógico siendo esta la ciudad con más tráfico de ferrys de toda la nación.

Y comenzó un duro trabajo. Trabajo que hoy podemos decir que ha dado sus frutos materializándose en el Centro de Formación Marítima y Tecnológica de Ceuta, el CFMTC, y que estamos absolutamente convencidos de que constituirá un antes y un después en la realidad de Ceuta, dotando al fin a gran parte de su población de formación náutica reconocida nivel internacional, sin listas de espera, en casa y abriendo todo un abanico de posibilidades laborales que hasta ahora les estaban vetadas, o, al menos, con un camino lleno de piedras cuyo sorteo no todo el mundo podía sortear.

Hoy, podemos decir con orgullo y con una inconmensurable satisfacción, que lo que hacía falta, ya ha llegado y lo ha hecho para quedarse y abrir a la población una nueva vía de sueños, ilusiones y expectativas, que compartimos y que también fueron y son nuestras propias ilusiones y expectativas.

Sin más, la familia Ceuta Global Yachting les desea un caluroso y afectivo abrazo, y les invita a mirar, con nosotros, al mar que bendice nuestra tierra desde hace milenios. ¡buena proa!